El pintor Oswaldo Guayasamin es uno de los mejores exponentes del expresionismo indigenista de la pintura ecuatoriana, en uno de sus escritos dice miré al espejo y empecé a pintar, también explica cuándo y cómo había hecho su tercer autorretrato, aquel que se exhibe, en la galería "Ufizzi", de Florencia. Pero "cuando se trata de un autorretrato me da miedo, todos tenemos esa parte oculta que es difícil de reflejar".En ese reflejo, Guayasamín, seguramente, se veía entre las grietas de la piel, las arrugas de las manos, la ternura y dureza de su rostro.En ese espejo, recrearía al hombre que, a pesar de la diabetes y de la pérdida paulatina de la visión, se sentía fuerte y con ganas de seguir adelante. Nos expresa diciendo he sido siempre un buen tomador de vino, y eso es como un veneno para mi mal, pero me siento bien y con ánimos de seguir pintando el resto de mi vida. Recordaría, en cada color, su origen mestizo aunque siempre afirmaba ser indio y por eso sus obras están básicamente orientadas a la masacre, ya que en los rostros pintados resaltaba tristeza, llanto, etc.
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